Juan Andrés Arango

X Quinientos

Juan Andrés Arango

Colombia


botero@septimafilms.com

Ha realizado los documentales Los Vega y dos Fandangos y Les papiers

bruns. Dirigió los cortometrajes Eloísa y Las Nieves, y Comment apprendre á

dire bonjour en 10 étapes, premio del público en Lausana, Suiza.

Su primer largometraje, La Playa D.C., fue seleccionado para el Festival

de Cannes (sección una cierta mirada) y recibió el premio a mejor Opera

Prima del Festival de Cine de Lima, el premio a Mejor Director del Festival

de Cine de Santiago de Chile, el Lions Film Award del Festival de Cine de

Rotterdam y el Premio Macondo a mejor película colombiana 2013 entre

otros. Además fue presentado en 87 festivales internacionales entre ellos

Busan, San Sebastian, La Havana y Toulouse.

Sinopsis

David, un joven Mazahua de 16 años, abandona su pueblo el día del entierro
de su padre. Tratando de evadir el duelo, David llega a la inmensa
Ciudad de México donde consigue trabajo como obrero de construcción.
Muy pronto comprende que los indígenas están en lo más bajo de la pirámide
social de la ciudad y es blanco de la violencia y la discriminación.
David descubre cómo los adolescentes Mazahuas están comenzando a
vestirse de punks para ser temidos y crearse una máscara que los protege
contra la violencia; de esa misma manera David empieza un proceso de
transformación radical mientras encuentra su lugar en ciudad que parece
ya no tener más espacio.
La historia de David estará intercalada con la de María, una adolescente
filipina quien migra a Canadá para vivir con su abuela, tras la muerte
de su madre. María descubre muy pronto que la imagen idealizada de la
vida en el norte, construida por años a través de las cartas de su abuela,
tiene muy poco en común con lo que representa ser una inmigrante filipina

en la ciudad. María comienza entonces a vestirse como chola para buscar
la aceptación de un grupo de jóvenes sin futuro en su nueva ciudad. La
historia de Alex, un joven afrocolombiano, completa el fresco de transformación
adolescente. A los 18 años, Alex regresa a Buenaventura deportado
de los Estados Unidos. Alex carga consigo el peso de decirle a su familia que
Wilmer, el hermano con quien partió como polizonte murió durante el viaje.
Para tratar de darle sentido a esta muerte absurda, Alex comienza a inventar
una vida imaginaria en Los Ángeles; allí él y Wilmer son gánsteres y su
hermano muere en una heroica confrontación con otra banda. Este mito
hace que Alex gane respeto en una Buenaventura totalmente dominada
por las bandas criminales; pero cuando su hermano de 10 años, es obligado
volverse miembro de una de las bandas, Alex no tiene otra opción que
convertirse en el personaje ficticio que ha creado.
X Quinientos termina con David regresando a su pueblo vestido punk en el
día de los muertos. Paradójicamente, su transformación física le ha permitido
retomar contacto con su cultura indígena y aceptar finalmente el
duelo de la muerte de su padre. Entre Buenaventura, Ciudad de México y
Montreal, las historias de Alex, David y María se acercan y entablan un diálogo
sin cruzarse jamás. Su conjunto explora tres maneras diferentes en las
que los habitantes de América nos creamos auto representaciones de nosotros
mismos. Al mirar el mapa de América, X Quinientos, un pequeño
poblado en el estado de Yucatán, México, aparece justo en medio del continente.