Juliana Ospina Álvarez

A Cuatro Pasos

Juliana Ospina Álvarez

Colombia


juliospi1981@gmail.com

Ha dirigido programas para televisión, documentales y cortometrajes con los que ha participado en varios festivales. En Argentina escribió dos documentalesy tres cortometrajes realizados en 16 mm y producidos por la ENERC.

Ha trabajado en distribución de cine; en escritura de guiones e-learning y en escritura de reseñas para algunas revistas especializadas en cine. Actualmente trabaja para algunas productoras audiovisuales como asesora de guión, guionista de web series y en desarrollo de proyectos.

También se desempeña como docente de Guión en varias instituciones.

Actualmente cuenta con dos proyectos de largometraje en desarrollo: La quinta falange y A cuatro pasos. Ambos preseleccionados por el FDC en 2013. En 2014 ganó con el guión A cuatro pasos, la beca para la Escritura de Guión de largometraje en la convocatoria pública Arte y Cultura para la Vida, de la Secretaría de Cultura Ciudadana de Medellín. Gracias a esta beca pudo participar con este guión de largometraje en el Laboratorio de Guión 2014 de Cinefilia.

Sinopsis

María Eugenia Álvarez (41) disfruta en Barcelona con su hijo Michele
Specchio (10) en la casa de su hermano Juan Camilo Álvarez (31), donde
pasa vacaciones. Su esposo Claudio Specchio (49) (con quien lleva 14 años
casada) la llama preguntándole cuándo regresa y ella dice que nunca. Él los
amenaza diciéndoles que si no regresan ya mismo a Bogotá se suicidará
[pero el espectador sólo se enterará al final]. María regresa a regañadientes
y Claudio los recibe con regalos de todo tipo, incluso con un carro nuevo
para ella. Le promete que cambiará y la reenamorará. Al principio la actitud

de él indica que ha cumplido con su palabra, pero a medida que va pasando
el tiempo los celos, la manipulación y el maltrato vuelven a aparecer en
su carácter. Ambos viven en las afueras de Bogotá, en un caserón gigante,
sombrío, de dos pisos rodeado de naturaleza y aislado del caos de la ciudad.
Antonio, el hermano de Claudio intenta ser el confidente de María y
siempre ha estado enamorado de ella en silencio.
La madre de Claudio, Fátima (75), llega de Torino a Bogotá de sorpresa y
termina viviendo en la casa de Claudio y María. Sin que nadie se lo pida explícitamente,
Fátima termina controlando y vigilando a María. Es un control
sutil donde tratará de hacerse la mejor amiga de María, cuando en realidad
quiere reordenar la vida de su hijo a su manera. María Eugenia entra
a clases de conducción para poder manejar su nuevo carro pero Claudio y
sus celos enfermizos hacia su profesor impiden que ella siga en clases y el
carro termina finalmente parqueado en el garaje de la casa con el moño de
regalo puesto.
María consigue algunos empleos pero cuando está a punto de empezar
a trabajar siempre cancelan su contratación por razones muy extrañas y, a
veces, desconocidas. Claudio mueve los hilos para que ella no trabaje. Sin
trabajo ni amigos, y aislada de la ciudad, María se refugia en su pasado. Sus
días se pasan entre fotos y recuerdos de lo que pudo haber sido de su ex
novio por el cual, desengañada, salió a correr a casarse con Claudio. Conoce
a Joaquín en el súpermercado y él hace las veces de su bastón, se convierte
en su consejero y ella se empieza a enamorar enterándose después
que él está casi comprometido. La vida de María queda reducida a la cocina
y al hogar. María miente a su sus padres y hermano diciéndoles que trabaja,
maneja, que es feliz y socialmente activa. Las mentiras la afectan mental
y físicamente. Claudio pasa del maltrato al constante arrepentimiento,
tratando de comprar su amor con regalos materiales.
Preocupado por el silencio en que permanece su hermana, Juan Camilo
viaja a Bogotá, sólo para comprobar si ella es tan feliz como le dice. Michele
entrena en un semillero de fútbol pero Claudio lo acompaña a los entrenamientos
y le grita histérico, cada que comete un error, delante de sus
compañeros y entrenador. El estrés menoscaba la salud del niño, quien desarrolla
alergias constantes en la piel y asma. Michele decide no jugar más
por miedo a las represalias y por su salud. Claudio se deprime al ver cómo
Michele también se aleja de él poco a poco.
La salud de María y su actitud también se van transformando. Poco a poco
se va volviendo más cínica e incrédula. Llega al punto de permitir que la
pieza de Fátima se incendie por completo sin importarle que el segundo
piso de la casa se destruya. Claudio cada que avanza un paso para reenamorar
a María lo que hace es alejarla más.
Juan Camilo se da cuenta que María no es feliz y que le ha mentido hace
años. La convence de salir de allí con su hijo. Compran tiquetes a España y
cuando están a punto de ir al aeropuerto ellos los descubren frustrando su
plan. Juan Camilo regresa solo a España.

Cuando parece que ya no hay esperanzas para María quien ve su hogar
como una cárcel encuentra una salida con la ayuda de Michele. Logra escapar
en su carro nuevo (que todavía tiene el moño de regalo decolorado y
deshecho) y regresar con su hijo a su ciudad natal, Medellín, adonde sus padres.
Buscará un nuevo comienzo donde sí haya espacio para esos sueños
que parecían truncados.